Primer Informe de Gobierno

92

Limpiar y sanear los 3 ríos más contaminados del país.

El Plan Nacional Hídrico 2024-2030 fue presentado el 21 de noviembre de 2024. Tiene como eje principal el saneamiento y la restauración de cuerpos de agua, con explícita atención a los ríos Lerma-Santiago, Atoyac y Tula. Contempla una inversión de 20 mil millones de pesos para 2025 en proyectos hídricos estratégicos. Por su parte, el Plan México, presentado el 30 de abril de 2025, contempla una inversión total de 30 mil 885 millones de pesos en 2025 para 37 proyectos hídricos. De esta inversión total, mil 100 millones son destinados específicamente a acciones de saneamiento y restauración de los ríos Lerma-Santiago, Atoyac y Tula. En el Plan México se han asignado 150 millones de pesos para saneamiento y 250 millones de pesos para restauración del Río Atoyac para el ejercicio fiscal 2025. En el caso del río Tula, se tienen asignados 130 millones de pesos para saneamiento y 200 millones de pesos para restauración en el mismo ejercicio fiscal.

 

El Plan Nacional Hídrico es un logro robusto de planificación, es el documento rector que estipula las políticas y líneas estratégicas para la gestión del agua durante el sexenio, incluyendo el saneamiento de los ríos prioritarios. Para cada uno de los ríos se han establecido mesas de trabajo para identificar de manera precisa las fuentes de contaminación (industriales, agrícolas, urbanas) y para hacer el planteamiento de los proyectos específicos para cada cuenca. En el caso de la cuenca Atoyac, se ha identificado la necesidad de rehabilitar las plantas de tratamiento existentes y controlar las descargas industriales, principalmente de las textileras.

 

El Plan Nacional Hídrico contempla la revisión y actualización de títulos de concesión de agua, así como jornadas de limpieza y restauración. Dichas jornadas de limpieza y remoción de residuos, hacia finales de mayo de 2025, reportaron en Puebla y Tlaxcala para el caso de la cuenca Atoyac: 107 toneladas de basura y cascajo retiradas, 24,950 metros de maleza retirados y 4 kilómetros de caminos limpios. 

 

El cumplimiento de este compromiso exige acciones complejas e integrales, que van desde limpieza superficial, rehabilitación o creación de plantas de tratamiento, control de descargas, reforestación y promoción de una nueva cultura del agua.